Breve historia de la liofilización.
Como proceso industrial se desarrolló en los
años 50 del siglo XX, pero sus principios eran ya conocidos y
empleados por los Incas. El procedimiento ancestral consistía en
dejar por la noche que los alimentos se congelasen por la acción del
frío de los Andes y gracias a los primeros rayos de sol de la mañana
y la baja presión atmosférica de las elevadas tierras andinas, se
producía la sublimación del agua que se había congelado. Este
proceso se conoció como liofilización natural.
Definición de liofilización.
La liofilización es un proceso que consiste en desecar un producto
previamente congelado, lográndose la sublimación del hielo bajo
vacío, es por lo tanto, el paso directo del hielo (sólido) a gas
(vapor), sin que en ningún momento aparezca el agua en su estado
líquido. Se obtiene una masa seca, esponjosa de más o menos el mismo
tamaño que la masa congelada original, mejorando su estabilidad y
siendo fácilmente redisuelta en agua.
Se realiza a temperaturas inferiores a la de la solidificación
total, es decir, el producto debe estar congelado a temperaturas
entre 10º C y 15º C por debajo de su temperatura eutéctica para
evitar la formación de coágulos de agua.
Congelación inicial: es una operación previa y obligatoria. El
tiempo de duración depende de varios factores como la cantidad,
concentración y naturaleza propia del producto. En líneas generales
podemos decir que una congelación adecuada es la base de que el
producto liofilizado presente óptimas condiciones de aspecto,
conservación de sus propiedades originales y rápida rehidratación.
Sublimación o desecación primaria: es la etapa en que la mayor parte
del agua libre pasa a vapor. Los parámetros temperatura, presión y
tiempo pueden ser modificados independientemente pero están
íntimamente relacionados, no es posible modificar uno sin que se
afecten los otros, por lo que en todo momento deben ser considerados
conjuntamente y analizados sus efectos.
Desorción o desecación secundaria: su misión es eliminar las últimas
trazas de vapor de agua, evaporando el agua no congelada ligada al
producto. Se lleva a cabo a una temperatura inferior a la de
desnaturalización del producto y se logra una humedad final hasta
valores inferiores al 3%.
Ventajas de la técnica de la liofilización.
- La
temperatura a que es sometido el producto, está por debajo de
aquella a la que muchas sustancias inestables sufren cambios
químicos.
- Debido a
la baja temperatura que se opera, la pérdida del constituyentes
volátiles es mínima; se reduce el peligro de contaminación
microbiana y los preparados enzimáticos no sufren alteraciones.
- Se elimina el fenómeno de oxidación, dado que se opera y envasa a
alto vacío.
- La gran porosidad del producto facilita, con rapidez , la
reconstitución por adición de agua o de solvente adecuado.
- Al ser despreciable la humedad remanente, el producto puede ser
almacenado por tiempo ilimitado, constituyendo productos de larga
estabilidad.
- Todas estas particularidades pueden
resumirse en: una estabilidad óptima, una solubilidad fácil, rápida
y completa; una conservación ilimitada; una buena protección contra
las influencias externas nocivas y una rápida disponibilidad de uso.
- Si bien las formas más comunes y conocidas de liofilización se
implementan en la industria farmacéutica y alimentaria, la
producción de carnada, las flores o su aplicación en “taxidermia”
son únicas en el país.
Son productos biodegradables por ser naturales |